Bolivia acelera el proceso hacia una economía sin dinero en efectivo

La pandemia modificó varias rutinas de la vida, algunas temporalmente y otras de
forma permanente. Una de éstas es la forma en que las personas empezaron a
depender cada vez menos de monedas, billetes y cheques físicos para realizar
transacciones comunes, encaminándose a la denominada economía “cashless” o sin
dinero en efectivo.
Encuestas, entrevistas en profundidad y grupos focales develan datos importantes
sobre la cultura de los bolivianos en la economía digital y son publicados en el libro
“Economía Cashless en Bolivia” del investigador Santiago Laserna. Una iniciativa del
Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (CERES) con el apoyo del Center
for International Private Enterprise (CIPE) en el marco del “reinicio” de economías
post-COVID.
Según el estudio, Bolivia tiene un nivel de infraestructura para pagos digitales
relativamente avanzado en comparación con otros países de la región. Desde incluso
antes del 2013 era ya posible realizar transferencias bancarias gratuitas entre clientes
del mismo banco y, posteriormente, entre clientes de bancos diferentes. Pero no fue
hasta el 2019, casi un año antes de que la primera ola de la pandemia llegue al país,
que la Asociación de Cámara de Compensación y Liquidación (ACCL. S.A.), desarrolló la
iniciativa “Simple”, bajo la cual se creó un módulo dentro de las aplicaciones de cada
banco miembro de Asoban para generar un código QR (Quick Response en inglés) que
les permita a los clientes cobrar dinero de otra cuenta.
En esta dinámica financiera el sector joven de la población, 25 a 35 años, es clave para
impulsar la adopción de estos nuevos medios de pago porque es proclive a las
innovaciones tecnológicas y a su vez influencian a su entorno inmediato.
Otro aspecto importante que se destaca en la investigación es el nivel de confianza
elevado en el sistema financiero actual y las garantías que ofrecen a la población en el
uso de la banca digital.
Según Laserna, los principales desafíos en el país son la infraestructura y cobertura de
banda ancha móvil, pero “el crecimiento exponencial que ha tenido en los últimos
años de pandemia da a entender que es una tendencia que no tendrá vuelta atrás. A
pesar de un todavía bajo nivel de conciencia sobre estos medios de pago en la
población en general, este crecimiento parece ser un indicador de que tanto los
negocios como los consumidores están encontrando aspectos positivos en el uso
masivo de estos medios”.

En un momento en que el uso de criptomonedas genera mayor atención, la
investigación también hace referencia a los desafíos y oportunidades que pueden
representar en el sistema bancario del país.
Algunas de las conclusiones importantes permiten evidenciar que no es la demanda
por soluciones digitales de parte de los clientes el motor que impulsa la innovación
tecnológica en la economía “cashless” en Bolivia, sino son los mismos esfuerzos de
innovación realizados por la oferta de servicios financieros la que demuestra las
posibilidades de crecimiento de este sector. Así ocurrió con las tarjetas de débito, las
billeteras móviles, la implementación de la banca digital, los códigos QR, y
seguramente alcanzará otras nuevas ofertas de servicios digitales.

¿Por qué conviene una economía “cashless”?

• Reducción de actividades criminales, corrupción e informalidad.
• Menor fuga de fondos públicos – mayor transparencia en programas de
beneficio social.
• Beneficia a la banca por medio de reducción de costos operativos.
• Beneficia a las empresas por medio de reducción de gastos
administrativos, contables y apertura al comercio online.

CUATRO ESTUDIOS SOBRE ECONOMÍA DIGITAL
Finalmente, un libro complementario al mencionado y que encaja dentro del marco
del mismo proyecto es “Cuatro estudios sobre economía digital”, el cual compila
cuatro notables esfuerzos académicos.
Orlando Castellón, economista con especialización en derecho y administración
tributarios, nos provee un análisis respecto a la infraestructura actual de la economía
cashless y sus implicancias y oportunidades para el sistema tributario boliviano.
Reynaldo Marconi, economista con amplia experiencia en pagos digitales, nos ofrece
un análisis exhaustivo de la infraestructura institucional para el dinero digital.
Posteriormente, Mauricio Moscoso, experto en microfinanzas y economía para el
desarrollo, elabora un análisis detallado sobre las implicancias que tiene la economía
digital para la inclusión financiera, las familias de las áreas rurales, y los grupos más
vulnerables y menos alcanzados por el sistema financiero. Finalmente, la abogada
financiera Paola Turdera cierra el libro con un repaso por la infraestructura legal actual
en Bolivia, revisando la normativa pertinente a la economía cashless y cómo ella actúa
sobre los desafíos y oportunidades que ofrece la misma para el desarrollo del país.
Estos 4 trabajos ofrecen un acercamiento académico informado sobre el estado actual
de la economía digital en Bolivia, sirviendo como una base importante dentro de la
escasa literatura que hay en el país sobre este tema.

Los libros “Dinero en una economía digital” y “Cuatro estudios sobre economía digital” fue
presentado el 15 de junio de 2022 en Cochabamba y está a la venta a través de Plural Editores.
Puede ser adquirido también en Cowork Café del Parque Fidel Anze
Teléfono CERES: 4 4799365

Cochabamba, junio de 2022


Acerca del Autor:

Santiago Laserna Fernández

Economista investigador especializado en temas como la economía creativa, tecnología e innovación, economía cashless, y habitabilidad urbana. Tiene una maestría en Artes, Negocios y Creatividad de la Escuela de Negocios de la Universidad de Newcastle en Inglaterra y fue elegido por la Embajada de Estados Unidos como Humphrey Fellow para el periodo 2017-2018, donde se especializó en Economía para el Desarrollo en Michigan State University.